miércoles, 13 de mayo de 2009

Trabajo Prático Nº 1

Hagamos historia

El Riachuelo y su Cuenca. Cuesta creer esta realidad. Cuesta y duele. Quizás a partir de este dolor se pueda actuar más allá del discurso, más allá de protestas esporádicas, más allá de la casi nula solidaridad con los que tienen que convivir con ella. El río Matanza – Riachuelo es un curso de agua que recorre 64 km. y desemboca en el Río de la Plata. En su cuenca viven alrededor de de 4.800.000 de personas . Está considerada dentro de las más contaminadas del mundo, todas coinciden que se encuentra dentro de las 10 primeras y algunas, incluso, van más lejos: forma parte del podio, en tercer lugar.

Greenpeace comenzó una campaña para salvar al Riachuelo. Según un informe dado a conocer por la organización, “muestras de descargas liquidas y sedimentos tomados en distintos puntos de la cuenca, arrojaron como resultados altos niveles de sustancias contaminantes como nonilfenol, que daña el sistema reproductivo; exaclorociclohexano, que es cancerígeno; clorobencenos, que provoca alteraciones en el hígado, los riñones y el sistema nervioso; tolueno, que afecta el cerebro y los riñones...” Además, hay un dato obvio pero que vale la pena mencionar: el estado del Riachuelo está igual o peor que hace diez años. Otro estudio, realizado en el 2004 por la Asociación de Vecinos de La Boca, confirma la situación crítica: 8.500 toneladas de hierro, 67 barcos inactivos, un lodo letal formado por venenosos metales pesados y sedimentados con un espesor que llegan a siete metros de profundidad, 4 millones de metros cúbicos de barro contaminado, resultante de desperdicios orgánicos e inorgánicos volcados por las industrias. Reflexionemos un momento en todos estos datos y pensemos si en estos cinco años que han pasado desde la publicación del informe de los vecinos hasta el día de hoy, algo se ha modificado...

¿Dónde debemos buscar respuestas y soluciones a esta situación? Veamos primero el accionar del estado. La cuestión del saneamiento del Riachuelo es de carcter histórico y generalmente sólo forma parte de la agenda política en los períodos previos a las elecciones. Los políticos parecen recordar el problema y prometen la limpieza y recuperación de la zona. Seguramente el caso más emblemático es el de María Julia Alzogaray, Secretaria de Medio Ambiente en 1993, cuando presentó un proyecto de saneamiento en 1000 días. Para empezar, es casi imposible realizar la tarea en ese tiempo, sin embargo hubiese sido, al menos, un buen punto de partida. El resultado es conocido por todos: el proyecto nunca llegó a realizarse y la “señora” está imputada actualmente por enriquecimiento ilícito. Actualmente, se firmó un convenio entre la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo de Homero Bibiloni y los intendentes afectados, donde se destinarán “30 millones de pesos para la constitución de cooperativas de trabajo que se abocarán al saneamiento de basurales y la limpieza de arroyos [...] Se generarán 750 puestos de trabajo e impactará sobre la salud y el ambiente de unos 260 mil habitantes...” . Ojalá que el convenio se respete y, otra vez, pueda resultar como un buen punto de partida, pero sólo eso. Por ejemplo, el río Tieté de San Pablo, Brasil, es como nuestro Riachuelo. En 1999 pidieron un crédito por 400 millones de dólares para sanear el río. Luego utilizaron otros 400 millones más para eliminar las inundaciones urbanas. Desde el 2002 al 2005 trabajaron 200 maquinas y 4 mil empleados repartidos en tres turnos que abarcaban las 24 hs. del día. “Antes del inicio de la limpieza del Teité, la mancha de contaminación del río se extendía 300 km. hacia adentro de San Pablo. La mancha ya retrocedió 120 km. y hoy es posible encontrar peces a 180 km” , afirma Luis Esnal, del diario La Nación. Al lado de la inversión brasilera, nuestros 30 millones quedan opacados ante tamaño proyecto; sin embargo, mientras se cumpla con lo estipulado, es, al menos, un comienzo.

El Estado no debe resultar el único responsable de esta realidad. La sociedad también tiene su cuota de participación y no es de un porcentaje menor al estatal. Hay indiferencia y poca solidaridad con aquellos que viven las cuencas altas, medias y bajas. La Asociación de Vecinos de La Boca dice que “por más espectaculares que sean los secuestros, robos y asesinatos cada día, la inseguridad también es ambiental, y se cobra muchas más vidas que la violencia callejera” . Apoyar a Greenpeace en alguna protesta o mandar un mail adhiriendo a la causa no alcanza. Debemos abrir los ojos y darnos cuenta de lo crítica que es la situación. Ponernos en pie de guerra y hacernos escuchar al Estado que deberá cumplir con la pautado. No contribuyamos a este abandono del planeta y sus recursos naturales. Históricamente estamos acostumbrados a ignorar este tipo de luchas porque afectan a otros. Pensamientos como este deben ser erradicados, hagamos historia y cambiemos el rumbo.

Navegando por la web

Para la realización de la primera nota titulada Hagamos historia tuve que navegar por diferentes buscadores. Por una cuestión de costumbre, el más utilizado para la publicación fue Google. Sin embargo , hay otro buscador que resultó indispensable: Yahoo. De éste se obtuvieron dos de las fuentes citadas que fueron importantes.

La problemática planteada, como era de esperar, fue confirmada por todos las fuentes consultadas: la contaminación del río Matanza – Riachuelo va en aumento, el Estado no actua y la sociedad (salvo los grupos afectados directamente y algunas organizaciones) pretenden ignorar el tema.


En cuanto a las fuentes, los sitios de Greenpeace y Ecoportal fueron fundamentales. Más allá de las fuentes citadas en la nota, los sitios me sirvieron para interiorizarme en la problemática a tratar y, principalmente, para definir mi posición sobre el tema. Greenpeace hizo tres publicaciones en estos últimos diez días: dos notas sobre la camapaña “Rescatemos al Riachuelo YA” y un informe muy completo qu demuestra el deterioro ambiental de la cuenca en relación a como estaba diez años atrás. Además creó un blog administrado por Consuelo Bilbao para realizar un seguimiento de la campaña. Ecoportal ofrece notas publicadas en diarios como La Nación y Clarín, además de informes de la Asociación Vecinos de la Boca. Si bien éste material es de hace 5 años su vigencia es incuestionable.

La experiencia fue enriquecedora y no termina en este punto. Hay más sitios que visitar, nueva información que chequear y distintos problemas que están “perdidos” en el ciberespacio y esperan ser encontrados.

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